Los discípulos de César Láinez siguieron las indicaciones del técnico y aprovecharon para ensayar un partido de dominio del balón. Una circunstancia que, según explicaba Láinez tanto antes como después del encuentro, "se va a dar durante la temporada".
El míster abandonaba Caspe con buenas sensaciones, porque como él mismo afirmó, "cuando uno gana las sensaciones son buenas", sobre todo, porque "independientemente de la categoría, la gente ha competido y la que tenía menos minutos lo ha hecho bien" en un choque en el que uno de los resto del CD.Teruel era ser más eficaz de cara a la portería contraria. Así, "Crespo jugó 90 minutos y Borja Peña 80, …gente que venía con menos minutos ha podido jugar".
Cota abrió el marcador mediada la primera parte con un disparo lejano, desde fuera del área, que sorprendió al portero local.
Un par de minutos antes del descanso, el Caspe anotó de penalti después de que el colegiado señalara una infracción de Redolar dentro del área.
Tras el paso por los vestuarios, Corta repitió la fórmula, con el mismo éxito, devolviendo la ventaja a los turolenses con el 1-2 con el que terminó el partido.
El partido sirvió, además, para repartir minutos entre aquellos jugadores que no han disfrutado de tanto tiempo sobre el césped y para dar descanso a otros más castigados. Láinez quería preparar los partidos que se puedan presentar esta temporada en el que el CD.Teruel sea superior y asuma el control del encuentro, que "es algo que se va a dar este año, aunque no sé si con un césped en tal mal estado", apuntó, porque "creo que es algo que nos ha condicionado a la hora de definir porque las ventajas las condicionaba el caucho, quedándose atrás la pelota".
A pesar de todo, el entrenador del CD.Teruel no ocultaba su satisfacción por el control del juego y las ocasiones de gol que pudo generar el equipo.
Ahora, el CD.Teruel fija su mirada en el partido del domingo ante el Utebo, en el tercer encuentro de la fase regional de la Copa Federación.